El gran Lope de Vega da cuenta de la utilidad de las plantas del
huerto de Belardo (en una de sus poesías líricas) utilizando conceptos de la
medicina y farmacopea clásicas:
Hortelano
era Belardo
de
las huertas de Valencia,
que
los trabajos obligan
a
los que el hombre no piensa.
Pasado
el hebrero loco,
flores
para mayo siembra,
que
quiere que su esperanza
dé
fruto a la primavera.
El
trébol para las niñas
pone
al lado de la huerta,
que
por la fruta de amor
de
las tres hojas aprenda.
Albahacas
amarillas,
a
partes verdes y secas,
trasplanta
para casadas
que
pasan ya de los treinta
y
para las viudas pone
muchos
lirios y verbena,
por
que los verde del alma
encubre
la saya negra.
torongil
para muchachas
de aquellas
que ya comienzan
a
deletrear mentiras,
que
hay poca verdad en ellas.
El
apio a las opiladas
y a
las preñadas almendras,
para
melindrosas cardos
y
ortigas para las viejas.
Lechugas para briosas
que
cuando llueve se queman,
mastuerzo
para las frías
y
ajenjos para las feas.
(…)