Gregorio
Marañón dedicó buena parte de su tiempo al estudio de la historia; él, que era
un médico excepcional, que tuvo fama, consideración y respeto ganados a pulso
en el ejercicio de su profesión, se lanza a la investigación histórica porque
tiene que desarrollar su “segunda vocación”. Nos lo explica en uno de los siete
ensayos que forman su libro La medicina y
nuestro tiempo (1954). Es opinión de este intelectual que todo el mundo
tiene dentro una doble vocación, con una de ellas se gana la vida, al menos
inicialmente, con la segunda, la menos perceptible, casi siempre se completa la
personalidad.
Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio
(Santiago Ramón y Cajal)
21 noviembre, 2012
11 noviembre, 2012
Ramón y Cajal y la ciencia no biológica
¿Cuál
era la visión que tenía Santiago Ramón y Cajal de las otras ciencias, de la
cultura científica que poco o nada tenía que ver con la neurobiología?
Sabemos,
por ejemplo, que siendo profesor en la Universidad de Valencia descubrió al Echegaray
científico a través del libro titulado Teorías
modernas de la Física. Sobre esta obra el biólogo dice que tiene mayor valor “que
las celebradas obras de vulgarización de Tyndall, en Inglaterra, y de J. H.
Fabre en Francia”. Esto lo contó en mayo de 1922, en el discurso de recepción
de la medalla Echegaray. Al nombrar el texto del polifacético escritor le
sirvió para comparar la divulgación científica hecha por el español y la que se
realizaba allende nuestras fronteras.
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