Hasta el siglo XX el estudio de las plantas había sido, probablemente, la disciplina científica que había tenido los personajes más relevantes de la ciencia española. Por otra parte, la enseñanza de la Botánica tuvo unas peculiaridades que la hicieron muy interesante a lo largo de los siglos, y muy especialmente en el XVIII y XIX.
En Madrid, en el Jardín Botánico, se realizaban unos “Ejercicios públicos” en los que los discípulos aventajados tenían que demostrar sus conocimientos después de lo que, sin duda, había sido un curso de trabajo intenso. Sabemos, por ejemplo, que en los de 1788, los estudiantes utilizaron 367 especies vegetales como ejemplos de las demostraciones docentes.