Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

28 febrero, 2017

La lucha contra la poliomielitis en España

La poliomielitis, también conocida vulgarmente como parálisis infantil o simplemente polio, es una enfermedad viral que en la actualidad está prácticamente erradicada de los países de nuestro entorno pero que, en los primeros años de la década de los 60 del siglo pasado, podía considerarse un problema sanitario de importancia.

La poliomielitis afecta mayoritariamente a niños menores de 5 años y el 0,5% de las afecciones genera una parálisis irreversible, generalmente de las piernas; entre el 5 y el 10% de los pacientes fallecen por parálisis de los músculos implicados en la ventilación respiratoria. En los países fríos ha habido una mayor incidencia de la enfermedad que en los países templados y cálidos.
En la década de los 50 del siglo XX, y hasta 1963, se daban en España unos 1500 casos anuales de poliomielitis, de los que morían unos 200 niños.
El presidente de E.E.U.U. Franklin Roosevelt, que había sufrido la enfermedad, creó en 1938 la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil. Desde 1947 el profesor Jonas E. Salk (1914-995) trabajó en la misma y obtuvo una primera vacuna que fue aplicada a numerosos niños, pero tuvo algunos resultados adversos. Ya en 1957 la vacuna Salk fue aplicada masivamente en los Estados Unidos y en algunos países europeos. En España se introdujo esta vacuna en el bienio 1958-59. 
Virus de la poliomielitis
En nuestro país, entre 1945 y 1963, se dieron unos 20.000 casos de poliomielitis, aunque las primeras vacunaciones masivas se iniciaron en julio de 1958 con la utilización de unas 200.000 dosis de la vacuna de Salk, lo que supuso que la vacunación no llegó ni al 30% de la población susceptible de padecer la enfermedad. Lo curioso del caso es que la morbilidad poliomielítica tuvo un incremento en 1958 y 1959.
Por otro lado, en 1953, Albert Bruce Sabin (1906-1993), virólogo estadounidense de origen polaco, consiguió otra vacuna que era de administración oral. Aunque también se observaron algunos efectos perjudiciales, parece que hubo más éxito que con la de Salk y, por ello, es la que se usó en España.
En 1962 la Dirección General de Sanidad española desarrolló un proyecto con el fin de introducir la vacuna. Todo empezó con una campaña piloto en la que se iba a vacunar, sin coste alguno para las familias, a todos los niños desde los dos meses hasta los 7 años. La campaña se inició en las provincias de León y Lugo de manera que en la primera de las provincias se administraron dos dosis, una que se inició en mayo de 1963 y la segunda en julio de ese año; en la provincia gallega se hizo lo mismo con una primera dosis que empezó a darse en mayo y una segunda en octubre de ese año. Entre las dos provincias se vacunaron casi 120.000 niños, lo que suponía más del 95% de la población de las edades antes citadas.
Desde noviembre de 1963 y durante un mes se realizó una primera campaña de vacunación voluntaria a todos los niños españoles entre 2 meses y 7 años. La segunda fase de la misma se administró en abril de 1964 y en ella se vacunaron casi todos los niños españoles de las edades citadas.
Los resultados fueron espectaculares desde un primer momento y así, en 1964, se registraron 193 casos, cifra que contrasta con los más de 2000 del año precedente. En 1965 sólo se declararon en España 70 casos de poliomielitis.
La posterior intensificación de las campañas, con una ampliación a lo largo del año de la vacunación y el aumento del número de dosis administradas a la población infantil hizo que, hacia 1975, la poliomielitis fuera ya una enfermedad que constituía un triste recuerdo. 
Aunque los efectos beneficiosos de las vacunas, sea la que actúa contra la poliomielitis o cualquiera otra, son incuestionables, hay grupos “antivacunas” que se empeñan en llevarnos a una nueva Edad de Piedra para que la selección natural, con sus virus y bacterias patógenas, actúe contra los niños que no son capaces de vencer a los microorganismos.

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